Caitlyn sabía que tenía dos pociones: o
quedarse quieta para no despertar a Summer o despertar a Summer para poder
peinarse y comer algo.
Me voy a quedar con la primera opción.-
pensó- En todo este tiempo con la tontería de que pertenecía al reino tigre no
me había fijado en su físico. Es un chico muy atractivo, de piel pálida, su
melena de pelo oscuro con su enorme flequillo que es cruel pues le tapa sus
preciosos ojos, esos ojos verdes, como a mi me gustan... Son preciosos. Son
como el color del bosque de Etern. Y tiene esa cara tan mona mientras duerme…
tiene unos labios finos, carnosos y rosados…parece tan inocente de esta
manera..
En ese mismo instante Will abrió
lentamente los ojos y rugió. Este se quitó de encima de Summer y escaló con sus
garras hasta llegar a la cima de la cama de Caitlyn.
-Hm.. –susurraba Summer aún con los ojos
cerrados que ahora parpadeaban medio cerrados una y otra vez hasta que los
abrió del todo. Summer se dio con el puño en el ojo, como un gato monoso.
Summer se quedó mirando a Caitlyn
fijamente.
Tiene el pelo verde despeinado- pensaba
Summer, que no se le ocurría otra cosa por su cabeza, nada más que esa tontería.
-No, espera… ¿Qué.. qué hora es? –le
preguntó Summer que se le había puesto el corazón a mil por hora latiendo.
-Las doce de la mañana. ¿Qué, te parece
temprano veranito? –le contestó Caitlyn poniendo una cara con morritos y una
dulce sonrisa.
-Para, nada. –dijo por separado- Hoy es el
cumpleaños de mi madre, dios mío, tengo que estar allí, Caitlyn por favor acompáñame
–le suplicó, poniéndose de rodillas y con las manos juntadas.
-Está bien. Nunca un chico me había
suplicado de tal manera antes. –dijo Caitlyn soltando una leve carcajada.
Summer se levantó del suelo y se sentó en
la cama, junto a Will. Summer se quedó embobado mirando a Caitlyn peinándose su
largo pelo verde.
-¿Estás listo? Porque yo paso de cambiarme
de ropa, ya que he dormido con ella.- sugirió Cait.
-Sí, estoy listo, pero.. ¿Qué hacemos con
Will?
-Por ahora déjalo en mi habitación, no
creo que se escape. Vamos.
Summer y Caitlyn bajaron al lago. De allí
se fueron al balcón flotante, directos al portal. Caitlyn le contó a Summer que
el portal funcionaba según tu lo pienses. Por ejemplo si tu quieres ir a Brighton
tenías que pensar en él, o si no sabes el lugar, si quieres encontrar a una
persona o cualquier ser vivo tenías que pensar él. Todo funcionaba simplemente
con tu pensamiento.
Cuando Summer fue con Caitlyn se encontró
con su madre sentada en el escalón de casa.
-Ma.. mamá. –dijo Summer.
-Ya sabía yo que tendrías una buena razón
para no estar aquí –Amanda, la madre de Summer sonrió a Caitlyn- ¿Quién es esta
chica tan guapa?
-Mamá. Felicidades. –le dijo Summer con
una mirada cariñosa.
-Anda ven, ven que te abrace cariño –Amanda
abrazó a su hijo con todo su cariño- Ya he visto lo que habéis formado en casa
Nick, tu hermana y tú –le susurraba a Summer al oído- me encanta. Es perfecto.
La chica esa te está esperando. Corre, pásatelo bien con ella, no hace falta
que te quedes aquí con la pila de gente que habéis invitado. Usa protección,
que te veo venir. –le seguía susurrando- Que pareces muy inocente pero tienes
una malicia al mismo tiempo que no veas.
-¡Mamá! –le gritó Summer que se puso
colorado y se despegó de su madre.- Mamá ven. –Summer volvió a abrazarse a su
madre, ignorando lo que le había dicho antes y se le acercó al oído- Seguro que
Alison ya te ha dado algo aparte de lo que hemos comprado entre ella, Nick y
yo. Lo mío está debajo de la cama. Espero que te guste. –susurró al mismo
tiempo que le salía una perfecta sonrisa en la boca- Y no le digas a ninguno de
los dos que tengo novia, que yo también te veo venir. Y para que te quede claro
mami, no es mi novia.
-Jajajajaj –su madre se estaba partiendo
de risa- Vale, cuando este sola lo miraré. Y sobre lo segundo.. mejor me callo –dijo
guiñándole un ojo a su hijo. Anda vete ya –le dijo, y le dio una palmada en el
culo para que fuera a por Caitlyn.
-Felicidades, que lo pase bien. –le dijo
Caitlyn a la madre de Summer.
-Lo mismo os digo. Adiós chicos. –su madre
se metió dentro de casa y cerró la puerta. De repente se escuchaba la música
muy alta.
-¿Nos damos una vuelta? –preguntó Summer.
-Por mi vale.
Summer se llevó a Caitlyn a Londres. Allí
fueron a un restaurante y comieron espaguetis y echaron el rato. Después estuvieron
los monumentos más importantes de Londres: los palacios, la catedrales, la
torre de Londres…
Depués de eso estuvieron viendo el Big
Ben, tan grande como siempre. Eran las cinco de la tarde. También vieron el
Tower Bridge, el puente fundamental de Londres. Summer le estuvo contando su
historia a Caitlyn, la cuál escuchaba atentamente.
Luego se metieron en un teatro de una de
las obras de Shakespeare, a Summer y a Caitlyn le gustó mucho aunque como bien
sabía había unas cuantas palabras que no había ni dios que las entendiese.
Summer invitó a Caitlyn a montarse en el London
Eye. Caitlyn estaba muy sorprendida y feliz. Se veía todo desde ahí arriba, dando
vueltas, era maravilloso.
Caitlyn comía bolitas de
chocolate que Summer le había comprado.
Se hizo silencio
absoluto. Incluso a Caitlyn le daba cosa comer el chocolate porque se escuchaba
su boca masticando el chocolate.
-¿Quieres? -le preguntó
Caitlyn a Summer. A la chica le parecía de mala educación no habérselo preguntado
antes.
-Solo una bolita, por
favor. –le respondió Summer.
Entonces Caitlyn se medio
levantó para darle una bolita de chocolate y de repente la noria se movió.
Caitlyn calló en los brazos de Summer y se besaron. Fue un beso largo e
intenso.
-Tus labios saben a
chocolate –comentó Summer.
-Jajajaj, toma tu bolita.
–Caitlyn le metió la bola en la boca y este la masticó y luego sacó la lengua
negra por el chocolate.
La noria paró. Hasta que
no paró, Caitlyn no se paró a ver que estaba encima de Summer, abierta de
piernas y agarrándole por los hombros.
-¿Nos bajamos, monita? –le
preguntó Summer susurrándole en el oído.
-Vamos.
La oficial pareja se
fueron de vuelta a Brighton. Allí Summer sugirió ir a la playa, en donde
podrían tomarse un helado. Allí Caitlyn compró una toalla para que pudieran
sentarse.
-Siempre será mi lugar
preferido. –comentó Summer para sí mismo.
-¿Qué tiene de especial? –le
preguntó Caitlyn.
-Que estoy en ella
contigo.- Summer le sacó la lengua burlescamente.
-A que… no eres capaz de
bañarte ahora mismo.
-¿Qué apostamos?
-No sé… ¿un helado?-le
sugirió Caitlyn.
-Eso no mola. ¿El único
que se tiene que bañar tengo que ser yo?
-Sep. Es una orden
caballero. –le dijo Caitlyn imitando a un soldado.
-Si tú me lo pides… no
venga, lo hago pero piensa en algo mejor que un helado.
Summer se quitó la
sudadera roja y la camiseta negra de manga corta que llevaba encima. Tenía un
cuerpo perfecto, sin cicatrices ni heridas ni rollos tipo eso.
-¿Te vas a bañar así?- le
preguntó Caitlyn que lo observaba sentada en la toalla, cogiéndose sus
rodillas.
-La apuesta es que me
bañe, no el cómo, monada. Toma aguanta la ropa, porfa. –Summer le dio su
sudadera y la camiseta.
Después empezó a quitarse
el cinturón. La gente que había en la playa, que estaba formada de ancianos y
personas adultas en su mayoría; no paraba de mirar a Summer. Summer se sentía
demasiado observado.
Parece que está haciendo
un estriptis. –pensaba Caitlyn.
Summer acabó de quitarse
las converse rojas, calcetines y vaqueros. Simplemente se quedó con los bóxers
blancos. Sin pensárselo dos veces, Summer se tiró de cabeza al agua.
-Jajajajaj –Caitlyn se
partía de risa- Que cabrón que eres –le decía.
-Está buenísima, ¡en su
punto!- gritaba Summer desde allí.
-Anda salte ya, vaya que
pilles frío.
Summer salió del agua.
Caitlyn se quedó sin palabras. Summer se puso rojo como un tomate al ver que la
gente le miraba y no paraba de cuchichear y reírse. Luego hecho un vistazo a la
propia Caitlyn que se estaba meando de la risa en la toalla. Caitlyn le indicó
a él justo a sus partes. Summer vio lo que tenía tanta gracia. Su ropa interior
era blanca y mojada se le trasparentaba todo.
Caitlyn se levantó corriendo
y cogió la toalla con la que fue a socorrerle.
-Me cago en la puta
Caitlyn… -le susurró desesperado- vámonos de aquí YA.
-¿No era tu lugar
preferido?
-Ja y ja. Que graciosa. ¡Vamos!
Caitlyn acompañó a Summer
al servicio público a secarse y ponerse la ropa. Se fueron directos a una
heladería donde Caitlyn le compró un helado a Summer.
-La apuesta –esta le puso
el helado en la mesa.
-Pues vaya mierda. Te
dije que pensaras algo mejor, mala persona. –Summer puso una cara de morritos
como un niño de cinco años, era tan monoso- Con lo que he pasado…
-Hay dios –a Caitlyn se
le salían las lágrimas de la risa- no me lo recuerdes que me parto…
Se hizo de noche. Caitlyn
salió corriendo a la playa y Summer la siguió.
-¿Y que tal si nos
bañamos ahora? –le preguntó atrevidamente.
-Espera, que me aseguro
de que no haya nadie en la playa. ¡Ups!, vaya estás tú.
-Lo digo muy enserio. –le
dijo Caitlyn.
-Pero a mí se me
transparenta todo…
-¿Quién dijo algo de
ropa? -En ese momento Caitlyn comenzó a quitarse ropa hasta quedarse desnuda.- ¡Vamos,
gallina! –Y se tiró al agua.
-¡Pero que chica más
traviesa eres! –le gritó Summer. Este hizo lo mismo que ella, se quitó la ropa
rápidamente y la tiró al suelo, sin preocuparse de ella.
-¡Al agua pato! –Summer se
tiró de cabeza, con un gesto de lo más perfecto. Fue a por ella buceando,
haciendo que Cait no le viera ya que estaba todo muy oscuro, menos el reflejo
de la luna sobre el agua.
-¡Ahhh! –gritó Caitlyn,
pues algo le había tocado el tobillo y de repente salió Summer del agua.
-Cucu –Summer le mostró
su gran sonrisa- Te dije que el agua estaba buenísima.
-La verdad es que sí. –Caitlyn
nado hasta él y se enganchó. Le agarró del cuello, sus cuerpos juntos, Summer nota
su piel suave y húmeda.
-Summer –Caitlyn le
miraba a los ojos.- ¿Como murió tu padre?
-Una enfermedad. –le contestó,
y su humor cambió. Ahora parecía triste todo por haber sacado ese tema.- No
quiero hablar de eso- responde.
-¿De qué quieres hablar?-
le susurra Caitlyn al oído, mirando a Summer con esos ojos verdes que parecen
que le están llamando.
-No quiero hablar –murmura,
y contiene el aliento cuando los labios de Caitlyn rozan los de Summer.
-Caitlyn… tu.. tu pelo…
-Dirás mi peluca. Vale,
se ha perdido, que guay -dice buscando por el agua con la mirada.
-Una peluca. Vale,
empezamos bien.
-Bueno… -Caitlyn se saca
las lentillas verdes que tiene en los ojos- ya que estamos, los ojos…
Summer contempló a
Caitlyn. Era bellísima. Una chica de una melena de pelo oscuro y ojos azules.
-Yo seré una gallina pero
tú eres una idiota. Eres preciosa, ¿por qué te ocultas tras esos pelos y ojos
verdes?
-Ya te lo dije. Me gusta
el verde.
-Tú eres tonta… -Summer
agarró a Caitlyn y la atrajo hacia él. La empezó a besar, con unos largos e
intensos besos y luego la empezó a acariciar y ella hacía lo mismo, hasta
llegar mucho más lejos, allí en la playa, ellos solos.
Bravo! Pelucaaaaaaa yo creía que estaba calva :B
ResponderEliminarPD: se han hecho pareja hay de repente xD wtf? xD
Sigue e.e
Que puta! xDD
ResponderEliminarYo eso lo sabía desde el principio, no quería tintarle el pelo de color verde xD
Pues más o menos, es: "amor a primera vista" xDD
Si ya esta, sigue es tan facil decirlo! Que me tire hasta las 3 de la mañana ayer escribiendo xD