Caitlyn iba de camino al
portal. Eran las seis de la madrugada, Summer y ella habían estado jugando en
la playa un buen rato y después Summer la acompañó hasta el portal. Summer se
acababa de ir a su casa, empapado por su culpa, aunque no se arrepentía por
ello.
Se tele transportó a
Etern pero de repente todo se volvió oscuro. Una manada de demonios se le echó
encima, y ella, empapada, haciendo que su ropa le fuese incómoda para poder
moverse lo bastante bien para huir o atacar, decidió sacar su bastón plegable,
que siempre llevaba encima.
-Mierda.- Caitlyn deslizó
el bastón hacia los demonios, y con el tiró a tres de ellos al suelo y los
demás se fueron para atrás.
En un momento todos los
demonios se quedaron quietos y cuando Caitlyn iba a aprovechar la oportunidad
para matarlos salió una niebla blanca con la que hizo que no viera nada. Se
escuchó un disparo, y el humo de la pólvora se mezcló con la niebla.
Caitlyn sentía que unas
garras la agarraban de los hombros y se hundían en su piel haciendo que
perdiera mucha sangre.
Luchaba por mantenerse en
pie, la manga de su camiseta estaba desgarrada, y su brazo al descubierto y
herido, con sangre cayendo al suelo. Tenía los dientes apretados por el dolor y
su boca sabía a sangre pues se había mordido el labio inferior a causa de las
heridas. Las garras cada vez apretaban más y Caitlyn estaba perdiendo el
conocimiento. Cayó de rodillas al suelo, con demonios agarrándola de su cabello
para que levantara la cabeza. Y fue entonces cuando vio una silueta. Una
silueta de un hombre tal vez, hasta que todo se volvió oscuro y borroso.
-Lo entendí, mi Lord. Sí.
Yo me ocuparé de eso. –decía el chico en la conversación que mantenía por el
teléfono.
Un fuerte dolor recorría
la cabeza de Caitlyn. Tras haber abierto los ojos, tarea que había sido un poco
complicada, empezaba a ver cosas. Veía un chico vuelto de espaldas, lo veía
doble, aún su vista no se había acostumbrado al ambiente. Era la silueta de
antes, pensaba.
-¿Qué quieres de mí? –era
lo único que tenía en mente preguntar al villano que la había raptado.
-Uh… parece que mi
princesa de la oscuridad ha despertado. –conocía esa voz. Era totalmente
conocida. Era Eloy.
-¿Qu.. qué haces aquí?! –Caitlyn
estaba completamente sorprendida. No se esperaba su visita. Hacía bastante
tiempo que no le veía.
-Pues nada, aquí.
Contigo, supongo. Te echaba de menos y quería darte una sorpresa asique opte
por la opción de raptarte. –Eloy estaba de cuclillas, con la cabeza inclinada
sobre la de Caitlyn, mirándola con esos grandes y oscuros ojos.
-¿Qué es lo que quieres
Eloy? ¿A qué has venido a Etern? Has causado bastantes problemas aquí y lo
sabes. –A Caitlyn le temblaba la voz. Eloy le daba miedo. Le daba miedo desde
que ocurrió. Ya llevaba una vida normal, se había olvidado de todo lo ocurrido
pero volver a verlo… todos los recuerdos, gritos, pesadillas, accidentes
volvieron a su cabeza.
-Te prometí que
dominaríamos el mundo juntos, ¿recuerdas? –Eloy seguía manteniendo su oscura
mirada en los ojos de Caitlyn.
-Eso fue antes de que
ocurriera todo. Cuando.. cuando éramos… cuando éramos novios. –A caitlyn le
costaba decir esas palabras, le dolieron cuando salieron de su garganta.
-¿Y? El caso es que te lo
prometí.
-No, y no, E…
-Déjame terminar,
querida. Ahora tengo el mundo dominado. Bueno.. no del todo. Por eso he venido
aquí. A por ti. Quiero que me acompañes mi princesa de…
-¡BASTA! ¡Para de
llamarme así Eloy! ¿No entiendes que todo eso terminó? No te quiero… te.. ¡te
ODIO! –Caitlyn rompió a llorar. No soportaba estar con él ni un segundo más.
Quería que todos los recuerdos se fueran de su cabeza de nuevo. –Déjame irme,
Eloy…
Caitlyn se dio cuenta de
donde estaba. Nunca había estado en aquel lugar. Era tal y como es Eloy-
pensaba. Oscuro y tenebroso.
-¿Dónde estamos? –preguntó Caitlyn gimoteando
y secándose las lágrimas con los puños de sus manos. Ella estaba sentada en un
colchón viejo y sucio y Eloy estaba sentado en un pequeño taburete, y su mirada
pasaba de ella a su celular y de su celular a ella.
-En mi lugar preferido.
La vieja cabaña que estaba escondida en el bosque.
Caitlyn empezaba de nuevo
a recordar todo. Allí alrededor de esa cabaña ocurrió todo. En una cita, los
dos solos y de repente, demonios, un millón de demonios que salieron de la
nada, un combate entre los reinos de Etern y los demonios, sangre, todo estaba
lleno de roja sangre, Eloy empezó a volverse realmente loco y sus manos se
convirtieron en garras, afiladas garras y empezó a atacarla con ellas, su
serpiente enrollándose en su pierna y sobretodo… ese hombre vestido entero de
negro… Damon.
(PD: poned la canción de fondo, es para darle un toque más malvado.)
Caitlyn volvió al mundo.
No estaba atada… eso era extraño ya que la había raptado Eloy, asique iba a huir.
Sabía que era imposible huir de él, pues tenía una fuerza muy poco común, y era
el más rápido en los entrenamientos… tenía una rapidez que no era normal. Pero
iba a intentarlo. No soportaba que sus recuerdos flotaran en su cabeza y mucho
menos soportaba verle después de todo aquello. Asique miró a Eloy. Estaba
pendiente con su móvil asique esa era su oportunidad. Se levantó y corrió hacia
la puerta y echó a correr por todo el bosque, sin saber por dónde estaba la
salida al lago. Se cayó. Su cuerpo estaba dolorido, le dolían los hombros, y su
tobillo, se lo habría roto lo más seguro, pues le dolía demasiado y no podía
ponerse en pie tras mucho intentarlo.
Iba a escapar, sí señor,
se propuso escapar de él.
En ese momento pensó en
Summer. Eloy era como él antes. Bueno… -pensaba- no era exactamente como él,
pero era un buen chico.. hasta que me decepcionó. Y ahora rondaba una pregunta
por su cabeza, una de la que no quería saber su respuesta… ¿Y si Summer la
decepcionaba también?
Pero no, tenía que luchar
y correr, correr por Summer, por sus amigos, por su familia y por ella. No
podía mantenerse en pie, no paraba de caerse. Sus rodillas empezaron a sangrar
pues sus pantalones se habían roto en esa parte. Asique optó por gatear y
cuando miró hacia delante le vio. Eloy estaba de pie enfrente suya con una
inyección en su mano.
De aquí no me voy a
salvar.. –pensaba Caitlyn- Me va a dormir con esa cosa.. seguro…
-Pero que me tienes que
acompañar para dominar el mundo, ¿dónde vas mi querida princesa? –Eloy se
inyectó la inyección. Contenía un líquido de un color rojo oscuro. De repente
su cuerpo dio una pequeña vuelta, y puso los ojos en blanco.
¿Súper poderes? –pensó- Esto no iba a
acabar muy bien asique metió la mano llena de heridas en el bolsillo izquierdo
de sus vaqueros en busca de su bastón pero no había nada.
-¿Buscas esto? –Eloy sacó
su bastón del bolsillo de su chupa de cuero negra. La desplegó y apuntó la
punta contra su barbilla para que levantara la cabeza.
-¿Qué es lo que quieres
Eloy? ¿QUÉ?! –dijo suplicando y gritando Caitlyn.
-Creo que ya te lo he
dicho como… ¿tres veces? Quiero tu compañía.
-Pero yo no quiero
acompañarte –respondió en un susurro Caitlyn. Le miraba fijamente, le miraba
con una mirada de odio y rabia. Quería cogerle del cuello, estrangularle,
hacerle sufrir como hizo él. Pero sabía que no podía hacer eso.
De pronto Eloy se calló
al suelo tirando su bastón. Había alguien detrás suya, alguien que le había
empujado.
-Tommy… -Caitlyn esbozó
una pequeña sonrisa. Si no fuera porque estaba herida se pondría a dar saltos
de alegría.
-¿Los demonios de antes
los provocaste tú, verdad? Hiciste algo para que nadie se diera cuenta, pero me
parece que tu plan ha fallado. –decía muy serio Tommy. Apuntaba a la espalda de
Eloy con su pistola.
El que había disparado
antes cuando estaba rodeada de demonios había sido él.. –pensaba Cait.
-Responde. –insistía Tommy.
-Muy bueno… no sé porque
pero resulta que tu siempre estás por medio entre mi relación con mi chica…
-decía Eloy levantándose.
-Já! Qué bueno… ¿a qué relación
te refieres? Ah ya sé. Una relación en la que en vez de abrazar y besar a tu
chica en una cita la llevas a una
masacre. –En ese momento Eloy se levantó a O’1 segundos, tan rápido que apenas
se vio levantarse y le clavó un cuchillo en las costillas a Tommy.
-¿Qué has hecho?!! LOCO,
estás loco!! TOMMY!! –Caitlyn gritaba a más poder, le iba a dar un ataque.
-¿Te creías que eras el
único con arma? –le dijo Eloy a Tommy con una grande sonrisa malvada.
Que guarri el Eloy D: ya me cae mal >:(
ResponderEliminarxD
ResponderEliminarÑam ñam, me dijistes que pusiera emoción pues hay emoción xD